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Lecturas 17 de septiembre de 2021

Lecturas

LECTURAS DEL VIERNES XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO

17 DE SEPTIEMBRE DE 2021

COLOR: VERDE - BLANCO

ANTÍFONA DE ENTRADA

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré para ella un pastor que apaciente. Yo, el señor, seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Oh Dios, que para defender la fe de tu Iglesia colmaste al obispo san Roberto Belarmino de admirable sabiduría y fortaleza, por su intercesión, concede a tu pueblo vivir con alegría en la integridad de la verdadera fe. Por nuestro Señor Jesucristo

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (6,2c-12)

Esto es lo que tienes que enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa distinta, sin atenerse a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que armoniza con la piedad, es un orgulloso y un ignorante, que padece la enfermedad de plantear cuestiones inútiles y discutir atendiendo sólo a las palabras. Esto provoca envidias, polémicas, difamaciones, sospechas maliciosas, controversias propias de personas tocadas de la cabeza, sin el sentido de la verdad, que se han creído que la piedad es un medio de lucro. Es verdad que la piedad es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio, los que buscan riquezas caen en tentaciones, trampas y mil afanes absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos. Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto; practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 48

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,

porque de ellos es el reino de los cielos

 

¿Por qué habré de temer los días aciagos,

cuando me cerquen y acechen los malvados,

que confían en su opulencia

y se jactan de sus inmensas riquezas,

si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? R/.

 

Es tan caro el rescate de la vida,

que nunca les bastará

para vivir perpetuamente

sin bajar a la fosa. R/.

 

No te preocupes si se enriquece un hombre

y aumenta el fasto de su casa:

cuando muera, no se llevará nada,

su fasto no bajará con él. R/.

 

Aunque en vida se felicitaba:

«Ponderan lo bien que lo pasas»,

irá a reunirse con sus antepasados,

que no verán nunca la luz. R/.

 

ACLAMACIÓN

 

R/. Aleluya, aleluya.

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (8,1-3)

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira propicio, Señor en la fiesta de san Roberto Belarmino, las ofrendas que presentamos en el altar, para gloria de tu nombre y para el perdón de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

No fueron ustedes los que me eligieron, dice el Señor; fui yo quien los elegí y los destinaré para que vayan y den fruto, un fruto que permanezca.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, por estos santos misterios te pedimos, humildemente, que a ejemplo de san Roberto Belarmino, nos dediquemos a profesar lo que él creyó y a poner en práctica lo que él enseñó. Por Jesucristo, nuestro Señor.