LECTURAS DEL VIERNES VII DE PASCUA
21 DE MAYO DE 2021
COLOR: ROJO
"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?"
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 25, 34
Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino, preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a san Cristóbal Magallanes, presbítero, y a sus compañeros, que fueran fieles a Cristo Rey hasta el martirio, concédenos, por su intercesión, que, perseverando en la confesión de la fe verdadera, podamos ser siempre fieles a los mandatos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Pablo asegura que está vivo un hombre llamado Jesús, que había muerto.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21
En aquellos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para saludar a Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas palabras: "Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando estuve en Jerusalén.
Yo les respondí que no era costumbre romana condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de ninguno de los delitos que yo sospechaba.
Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo. No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 102
R/. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes. R/.
ACLAMACIÓN Jn 14, 26
R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19
En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al conmemorar la muerte dichosa de tus justos, te ofrecemos, Señor, aquel mismo sacrificio en el que tuvo su origen todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I-V de Pascua.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Apoc 2, 7
Al vencedor le daré de comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar en este divino banquete la celestial victoria de los santos mártires Cristóbal Magallanes y compañeros, te pedimos, Señor, que concedas la victoria a quienes nos alimentamos con este pan de vida, y que, ya vencedores, nos lleves a comer del árbol de la vida en el paraíso. Por Jesucristo, nuestro Señor.