LECTURAS DEL VIERNES XII DEL TIEMPO ORDINARIO
25 DE JUNIO DE 2021
COLOR: VERDE
"Sí quiero, queda curado".
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jr 31,3; 1 Jn 2, 2
Con amor eterno nos amó Dios. Envió a su Hijo único como víctima de propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo eterno.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, cuya misericordia es incalculable e infinito el tesoro de su bondad, aumenta, benigno, la fe del pueblo a ti consagrado, para que todos comprendan con verdadera claridad con cuánto amor fueron creados, con qué sangre redimidos y con qué Espíritu reengendrados. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
Todos sus hijos varones serán circuncidados, como señal de la alianza. —Sara te dará un hijo.
Del libro del Génesis 17, 1. 9-10. 15-22
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, se le apareció el Señor y le dijo: "Yo soy el Dios todopoderoso. Camina en mi presencia y seme fiel. Cumple mi alianza tú y tu posteridad, de generación en generación. La alianza que hago contigo y tus descendientes, y que tienen que cumplir, consiste en que todos sus hijos varones serán circuncidados".
Saray, tu esposa, ya no se llamará Saray, sino Sara. La bendeciré y ella te dará un hijo, y yo lo bendeciré; de él nacerán pueblos y reyes de naciones".
Abraham se postró en tierra y se puso a reír, diciendo en su interior: "¿Podrá un hombre de cien años tener un hijo, y Sara, a sus noventa, podrá dar a luz?"
Entonces Abraham le dijo a Dios: "Me conformo con que le conserves la vida a Ismael". Dios le respondió: "Sara, tu esposa, te dará un hijo y le pondrás por nombre Isaac. Con él y con sus descendientes estableceré mi alianza, una alianza perpetua.
En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Lo bendeciré, lo engrandeceré y haré que su descendencia sea muy numerosa; engendrará doce príncipes y será padre de un gran pueblo. Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene, por estas fechas". Y cuando Dios terminó de hablar con Abraham, se retiró.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 127
R/. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos; comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.
ACLAMACIÓN Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.
Señor, si quieres, puedes curarme.
Del santo Evangelio según san Mateo 8, 1-4
En aquel tiempo, cuando Jesús bajó de la montaña, lo iba siguiendo una gran multitud. De pronto se le acercó un leproso, se postró ante Él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes curarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: "Sí quiero, queda curado".
Inmediatamente quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: "No le vayas a contar esto a nadie. Pero ve ahora a presentarte al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moisés para probar tu curación".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe benignamente, Señor, nuestras ofrendas y conviértelas en el sacramento de la redención, memorial de la Muerte y Resurrección de tu Hijo, para que, por la eficacia de este sacrificio, poniendo siempre nuestra confianza en Cristo, lleguemos a la vida eterna. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTIFONA DE LA COMUNIÓN Sal 102, 17
El amor del Señor es eterno entre aquellos que guardan su alianza.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios misericordioso, que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, bebamos confiadamente en la fuente de la misericordia y nos mostremos más y más misericordiosos con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.